Entre pinares, acantilados y el sonido del mar, se esconde una joya olvidada de la costa alicantina: el Castillo de la Granadella. Si estás buscando una ruta a pie que combine historia, naturaleza y una recompensa visual al llegar, esta pequeña travesía es para ti (también hay recompensa un poco antes de alcanzar la mitad).
¿Dónde empieza la ruta?
El punto de partida más habitual es la Cala de la Granadella, una de las más bonitas del mundo (bajo nuestro criterio, bajo el criterio normal, la Cala Granadella fue premiada durante años como la mejor cala de España). Desde ahí, tomamos el sendero PR-CV 354, una ruta circular bien señalizada que nos guía por los acantilados hasta el antiguo fuerte de vigilancia costera.
Encontrar el inicio de la ruta al castillo de manera fácil
No vayas al final de la cala, antes, en el control de acceso de abajo dirigete a la derecha y sigue el cartelito que veras en una subida ancha asfaltada.
Sigue recto recto hacia arriba por el camino asfaltado hasta que llegues a la señalización de inicio de ruta (la típica señal de madera).
¿Qué nivel tiene la ruta?
Es una ruta fácil, apta para toda la familia si vais con buen calzado y agua. El recorrido total ronda los 3,5 km, y se puede hacer en una hora y media (ida y vuelta), aunque te recomendamos tomártelo con calma para disfrutar del entorno.
Además siempre hay que tener presente el tema de las condiciones personales y climatológicas. Pese a ser una ruta sencilla, hay algún tramo de subida y estamos en la montaña, siempre hay que ir con un mínimo de precaución.
¿Qué vas a ver por el camino?
Al principio poca cosa, una subida de hormigón, alguna casita, algún chaletazo y, conforme vayas subiendo, vistas al mar.
El mirador a mitad de camino, una vista de lujo a la Granadella.
Más adelante al empezar ya a caminar por la montaña llegarás a un pequeño mirador antes de empezar un tramo de bajada, es un punto increible donde podrás ver la cala de la Granadella desde arriba y visualizar los colores preciosos del agua.
¡Si te fijas y estamos ya cerca del verano (entre Mayo y Septiembre), puede que nos veas en el varadero o en el agua con los kayaks!
El Castillo y las vistas al mar.
Ya siguiendo por el sendero y tras caminar otros 20min llegarás al castillo. Desde aquí obviamente disfrutaràs de los restos de la antigua construcción y podrás ver el litoral.
Al fondo el Cabo de Ambolo y la Illa del Descobridor, justo debajo del cabo, un agujerito nos indica que ahí está la Cova del Llop Marí y obviamente el Mediterráneo.
El Castillo de la Granadella: vigía de un litoral salvaje
Aunque hoy apenas quedan algunos muros y restos de piedra entre la maleza, el Castillo de la Granadella fue una pieza clave en la defensa del litoral en tiempos convulsos. Construido a mediados del siglo XVIII, su misión era clara: vigilar la costa y protegerla de los ataques piratas, que en aquella época asolaban las calas del Mediterráneo con frecuencia. Pero no solo servía como defensa: también era un punto de control marítimo y puesto de comunicación, desde donde se enviaban señales hacia otras torres costeras cuando se avistaban embarcaciones sospechosas.
Durante la Guerra de la Independencia, el castillo fue atacado por tropas británicas aliadas, que lo volaron para evitar que cayera en manos del ejercito de Napoleón. Desde entonces, quedó en ruinas, como testigo mudo del paso del tiempo.
Normalmente contamos esto de manera más breve en nuestras rutas aunque también algún secretito más os conotamos.
¿Merece la pena hacer la ruta a pie al castillo?
Sí, y mucho. No solo por el castillo en sí, sino por el camino. Hay varios puntos perfectos para parar, sacar fotos o simplemente sentarte a contemplar el paisaje. Si vas al atardecer, la luz es mágica.
¿Y después, qué?
Visita la Granadella y disfruta de los restaurantes que hay.
Después de la ruta, nada mejor que darse un buen chapuzón en las aguas de la Granadella (depende de la época que sea, claro), disfrutar de una de las mejores calas de España y aprovechar para desayunar, comer o merendar por allí.
Si vas a comer el Restaurante Sur es tu mejor opción, te recomendamos reservar. Un restaurante casero con platos típicos, buenos arroces, variedad y buen servicio. Además hacen elllos la harina y los fritos además de casi toda la carta es sin gluten.
Para tomarte algo más tranqui o desayunar ves a la Bandideta.
Obviamente haz la ruta en kayak en Granadella.
¿Tendrás que ver también el castillo desde el mar, no?
Además de rodear los acantilados desde el agua, entrar en cuevas marinas y descubrir rincones inaccesibles a pie es el complemento perfecto para un día redondo. Además, es una actividad apta para todos los niveles, incluso si es tu primera vez remando.
Ten en cuenta que, si no estás muy en forma o vienes de lejos, puede que no puedas hacer las dos cosas; pero tranqui, si estas de vacaciones por aquí, sueles venir o vives relativamente cerca, te aconsejamos hacerlo en dos días, más tranquilito.
Y con esto ya estaría, no nos extendemos más para no ser un tostón. Esperamos que disfrutes responsablemente de la ruta al castillo, que te diviertas y que con suerte nos veas en el agua.
¡Gracias por la lectura!
